Dominó de los Derechos Humanos / Propuesta Educativa.


Se trata de realizar un proceso de formación, dentro del marco de actividades de sensibilización e información sobre DDHH, que puede estar dirigido a una comunidad u organización no gubernamental, o incluso a estudiantes escolares o universitarios de diversas disciplinas.

1º) Justificación / antecedentes / motivación:

La justificación inmediata de la propuesta de actividad educativa radica en la necesidad de sensibilizar en una temática trascendental, sobre la que desgraciadamente existe poca oferta en los pensa de estudios en todo el sistema educativo, y lo prioritario de construir ciudadanía a nivel de las comunidades.

En tal sentido, a título de antecedentes podemos citar lo que ha sido nuestra experiencia docente, como profesor de Derecho Constitucional (y particularmente de derechos humanos), en el seno de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad Central de Venezuela, a nivel de pregrado y especializaciones, y en maestrías de la Universidad Católica Andrés Bello, ideando metodologías cada vez más participativas e impactantes, dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje; así como las vivencias acontecidas, tanto como facilitador, que como participante, en actividades educativas informales, montadas por ONGs y comunidades.

La motivación estriba en perfeccionar métodos de llegada a las personas, cada vez más sencillos y fáciles de implementar, económicos y a la vez contundentes en el logro del objetivo de ser eficaz en la transmisión vivencial del conocimiento.

2º) Estructura de este mecanismo formativo:

– Contenido:

Se trata de recortar hojas de cartulina de diferentes colores, en rectángulos dos veces más grandes que las fichas de dominó, divididas como tales en dos mitades.

Se eligen al menos veinte derechos humanos (con ayuda de la Constitución y/o de tratados internacionales) y, en cada mitad de las cartulinas se hacen dibujos simbolizando un derecho humano y/o se coloca el nombre de un derecho humano. De esta forma, debería haber entonces cien cartulinas, para que cada derecho humano elegido esté presente en diez mitades.

– Objetivos:

Diferente de lo que ocurre en un tradicional juego de dominó, en donde el jugador debe colocar juntas las mitades de las piezas con similar número, aquí no se trataría de hacer coincidir las mitades de las cartulinas contentivas de similar derecho humano, sino de juntar las mitades de cartulinas que, aún representando derechos humanos distintos, puedan ser motivadamente vinculadas, en aplicación del principio de interdependencia de los derechos humanos.

El objetivo, por tanto, consiste en despertar la capacidad argumentativa, con la ayuda de ejemplos concretos, de la extrema conexidad entre cada uno de los derechos humanos. En otras palabras, hacer visualizar cómo la vulneración de un derecho humano, dado el “efecto dominó”, puede conllevar al irrespeto generalizado de la esfera de libertad de la persona humana, en su dignidad.

– Actividades:

Se dispone en el piso o sentados a una mesa grande a un grupo de participantes (jugadores), cada uno con un grupo de cartulinas en igual número, previamente mezcladas, hasta agotarlas, comenzando uno de ellos el juego, al azar y con cualquiera de sus cartulinas, pasando luego el turno a los siguientes, de manera parecida a como sucede en un juego de dominó.

Los sucesivos jugadores, quienes tendrán sus cartulinas exhibidas, tendrán que argumentar su jugada, explicando la respectiva interdependencia que observen entre el derecho humano que está expuesto en el piso o en la mesa, y el derecho humano que le vincularán, no solamente en el plano teórico, sino sobre todo con la ayuda de un ejemplo realista de la cotidianeidad.

Un jugador podría pasar, es decir, decidir no colocar una cartulina, por entender que no habría conexidad entre las mitades extremas de las cartulinas expuestas en el juego, pero tendrá igualmente que motivar su pensar. En ese caso, si otro jugador estima que sí hay efectivamente conexidad entre esos derechos humanos, lo explicará y ejemplificará.

Por supuesto, la idea también es fomentar que todos los jugadores puedan igualmente intervenir con argumentos y ejemplos en cada jugada.

El juego termina cuando ya no quedan cartulinas en las manos de los participantes, y nadie gana o pierde, pues la idea es que todos se nutran de los distintos razonamientos e intercambio de ideas.

El número de cartulinas a ser usadas en cada juego debe variar en función del número de participantes.

– Materiales / logística:

Cartulinas de distintos colores, preferiblemente de tonos claros, marcadores de diversos colores, un espacio despejado en el piso o una mesa grande y sillas suficientes.

– Duración:

Es totalmente variable, dependiendo del número de participantes, pero en ningún caso debería ser superior a noventa minutos, de modo de garantizar la atención y concentración debidas.

– Número de participantes / perfil de l@s participantes:

Un mínimo de dos y un máximo de diez participantes, haciendo variar la cantidad de cartulinas, dependiendo del número de participantes: a mayor número de participantes, mayor cantidad de cartulinas.

Previamente informados los participantes acerca de nociones generales y vivenciales de los derechos humanos, se trata de una actividad que, variando los parámetros expectados, puede ser dirigida a participantes de distintos perfiles, desde el nivel preescolar hasta la educación superior, y la educación informal.

– Resultados esperados / impacto:

Se persigue que el participante entienda que los derechos humanos no deben ser analizados o asumidos en compartimientos estancos, sino que han de interrelacionarse y entenderse interdependientes, y que ese es el sentido de la enunciación del derecho humano síntesis del sistema libertario, es decir, del derecho al libre desenvolvimiento de la personalidad.

Se busca igualmente que el participante adquiera una clara idea acerca del contenido esencial de cada derecho humano trabajado, con énfasis en la evolución derivada del principio de progresividad de los derechos humanos.

Con todo ello aprehendido, el participante debe estar mejor dotado para convertirse, en su medio o comunidad, en un defensor, sensibilizador u orientador en materia de derechos humanos.